Beneficios de la apicultura urbana
Reducción de las alergias, polinización de las plantas de parques y jardines, producción de una miel de calidad, ausencia de picaduras… Los defensores de la apicultura urbana aseguran que los beneficios son numerosos, y que las ciudades se han convertido en la tabla de salvación de las amenazadas abejas, y una forma de mejorar la calidad de vida de las personas que viven en ellas.
La apicultura urbana no es una simple afición, los beneficios de la apicultura urbana están íntimamente ligados al mantenimiento de un insecto clave en el planeta tierra como es la abeja. En países como en Francia, se ha demostrado que el medio rural es abiertamente hostil a estos insectos, ya que al cabo del año desaparecen en torno al 30% de las abejas que habitan cada colmena. Precisamente, fue un grupo de apicultores franceses el que dio la voz de alarma sobre esta realidad a finales de los años 90.
La Unión Europea decidió llevar a cabo una investigación para conocer con datos reales esta situación y, entre 2012 y 2013, el Laboratorio de Referencia para la Salud de las Abejas examinó más de 30.000 colmenas de 17 países diferentes. Los resultados fueron muy variables, ya que mientras en algunos lugares el índice de mortalidad era de casi un 4%, en otros coincidía con las cifras de Francia, un 33%. Este laboratorio situó a España con un índice muy reducido, aunque los apicultores de este país contradicen el estudio y aseguran que la mortalidad al cabo del año se mueve entre el 20% y el 40%.
Lo peor de todo es que no hay una causa clara e identificada de que mueran tantas abejas. Parece claro que el uso de pesticidas y plaguicidas que tienen neonicotinoides incide de manera directa, pero también las abejas se ven afectadas por hongos, parásitos y depredadores como la avispa asiática (véase el artículo sobre qué está pasando con las abejas).
Lo lógico sería pensar que estos agentes que ponen en peligro la vida de las abejas se multiplicarían en cualquier ciudad del mundo. Pero no es así. Estos insectos resisten mejor los agentes contaminantes de las urbes que los pesticidas que se usan en el campo. Además, las abejas realizarían la polinización de las plantas que existen en una ciudad y, por ende, se reducirían las alergias.
Por lo tanto estamos ante la paradoja de que las ciudades se presentan como el ecosistema idóneo para garantizar la supervivencia de las abejas. Pero no se trata solamente de hacer un “favor” a estos insectos. La clave está en que, introduciéndolas en las urbes, nos hacemos un impagable favor a nosotros mismos, al ser humano.
Uno de los científicos que está defendiendo esta posición aportando datos claros y contundentes es el norteamericano Noah Wilson-Rich, investigador del MIT Media Lab y fundador de The Best Bees Company. Cree tanto en el beneficio de la apicultura urbana que su propuesta es la de convertir las azoteas de los grandes edificios de las ciudades en techos verdes con colmenas y cultivos para propiciar, a su juicio, que los urbanitas acaben gastándose menos en productos naturales y además tengan una dieta más saludable. Además, la presencia de abejas en las ciudades propiciaría la polinización de las plantas y árboles de jardines, zonas verdes y parques y, por ende, la recolección de frutos.
Wilson-Rich asegura además que a las abejas les gusta la ciudad porque está demostrado que, entre grandes edificios, vehículos y miles de personas, son capaces de producir más y mejor miel que en las zonas rurales. Además, en este ambiente superan mejor los meses de invierno, que es el periodo en el que se pierden la mayoría de colonias.
También hay personas en desacuerdo con los beneficios de la apicultura urbana. Los detractores de la apicultura urbana ponen como gran impedimento a su desarrollo que las picaduras de abeja se podrían multiplicar entre la población, aunque en las ciudades donde se está generalizando esta práctica se ha demostrado que no es así. El propio Noah Wilson-Rich tranquiliza a las personas reticentes con esta contundente frase: “Si no eres una flor, las abejas no se preocupan por ti”. Y es que estos insectos hacen su trabajo de manera disciplinada y ordenada sin poner en peligro al ciudadanos de a pie.
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