¿Abejas bellas? Los que no guarden demasiado cariño por estos insectos e incluso les tengan miedo pueden pensar que nos hemos vuelto locos.
Pero si nos adentramos en el apasionante mundo de estas pequeñas maravillas de la naturaleza nos daremos cuenta de que derrochan belleza, pero también armonía, disciplina, trabajo, meticulosidad…
En definitiva, son un ejemplo que despertó la admiración de algunas mentes brillantes de nuestra historia como Albert Einstein y William Shakespeare. El físico alemán no dijo aquello de que si las abejas desaparecieran del planeta, al hombre le quedarían solo cuatro años de vida, aunque muchos se lo atribuyen. Lo que sí hizo fue ensalzar el papel que juegan estos insectos y su belleza como criaturas vivas de la naturaleza.
También el genial autor británico pasó muchas horas observando a las abejas en su morada de Stratford-upon-Avon.
La belleza de las abejas en la literatura
El trabajo que realizaban le provocaba intriga y curiosidad como así lo dejó patente en varias de sus obras. Por ejemplo, en “Enrique V” asegura que estos insectos enseñan el orden a todo un pueblo.
Una manera de ponerlas como modelo de trabajo. En “Romeo y Julieta” habla de la excesiva dulcedumbre de la miel que llega a “empalagar” y en “La tempestad” saca a relucir el tema de las picaduras de las abejas. William Shakespeare se crió en un medio rural como era el de Stratford-upon-Avon en un entorno de campos ricos en flores donde había una gran población de abejas.
Era lógico que su obra tuviera referencias a lo que él había visto con sus propios ojos desde niño.
El hecho de que las abejas aparezcan en la literatura siempre con un aspecto positivo es un ejemplo de su belleza. Como también lo es que nuestros antepasados dibujaran a estos insectos en los petroglifos que tallaban en las rocas.
No obstante, estos hombres y mujeres rendían pleitesía a las abejas ya que les dotaban del alimento más dulce que existía por entonces, la miel.
Por este motivo, reflejaban en su arte a estos insectos y también las llamadas cacerías de miel.
Ese arte primitivo desprende fuerza y belleza y es un ejemplo más del magnetismo que desde siempre ha provocado el mundo de la colmena. (ver el post dedicado a la historia de la miel).
Pero la belleza de los polinizadores del “cabello dorado” también está en su armonioso y ejemplar sistema de trabajo.
Las abejas son un ejemplo a seguir
Las abejas han sido siempre unas adelantadas a su tiempo y la organización de la colmena sigue siendo envidiada por cualquier industria moderna.
Y decimos adelantadas a su tiempo porque es una “empresa” gobernada por mujeres que tiene una rentabilidad sorprendente y donde nadie está de más o se le puede acusar de baja producción. Además, trabajan desde que amanece hasta que se pone el sol y se adaptan de manera sorprendente a contratiempos como los cambios climatológicos o los ataques externos.
Y todo este trabajo lo realizan en una obra maestra digna del arquitecto más avezado.
Una colmena de 77.000 perfectas celdas hexagonales donde acumulan miel en la misma proporción. Además de belleza, a esto también se le llama perfección.
Altamente estudiadas
Incluso en la Universidad de Arizona se realizó un estudio para aplicar los patrones del vuelo de las abejas en el diseño de aviones no tripulados. Además, Karl von Frisch, premio Nobel de Medicina, escudriñó otra de las características más bellas de las abejas, su danza. Con ella son capaces de transmitir información sobre la ubicación de las flores y la distancia que hay desde la colmena hasta ellas. Vamos, como si se tratara de un moderno GPS.
Belleza y armonía al mismo tiempo que ayudan a entender que las abejas no son unos insectos sin más.
Comparte y comenta este artículo para que más personas conozcan los maravillosos beneficios de la miel y el fantástico mundo de las abejas!!! 😉
2 respuestas
Increíbles,como construyen sus celdas sin instrumentos y como son capaces de acumular la misma cantidad de miel en cada celda sin pesos ni medidas,es una muestra de que el genio De Dios está en todas las cosas
Son realmente fascinantes Oraldo! un saludo y gracias por visitarnos!