Todos conocemos a alguien que monta un auténtico espectáculo cada vez que siente el zumbido de una abeja. Se llama apifobia o melisofobia. Un miedo a las abejas que se puede superar y que en muchas ocasiones es injustificado
El miedo que provocan las abejas es inversamente proporcional a su tamaño.
Es normal que un león, un elefante o un tigre impongan respeto por su tamaño y peligrosidad, pero ¿una abeja? Obviamente el pavor que generan en algunas personas no es cuestión de que sean más grandes o pequeñas.
Se resume simplemente en el miedo a una picadura. Aunque si de picaduras hablamos, nadie duda que son peores las que ejecutan determinados tipo de arañas o los molestos violeros. Sin embargo, la reacción de muchas personas cuando tienen cerca a una abeja es muy diferente a la que experimentan cuando aparece otro insecto.
Se suele decir que el miedo es libre, pero en este caso se produce una reacción totalmente desproporcionada que, en muchos casos, alienta a la abeja de turno a acabar picando a la temerosa víctima- recuerda, las abejas sólo pican porque se sienten amenazadas- ellas, o su colmena.
Un consejo infalible cuando merodea alrededor nuestro alguno de estos insectos es estar completamente tranquilo, ya que los manotazos y los gestos estridentes acaban corroborando ese peligro que presienten y es cuando hacen uso de su aguijón.
La apifobia o melisofobia
El miedo a las abejas tiene un nombre. Mejor dicho, dos.
Se conoce como apifobia, que viene del latín apis (abeja) y del griego phobos (miedo). Pero también se utiliza el término melisofobia, cuyo origen proviene de las palabras griegas melissa (abeja) y la mencionada phobos.
No se trata de algo nuevo ni mucho menos, y viene acompañando a la humanidad desde que tiene contacto con estos insectos. Los expertos aseguran que es lógico que las personas que sufren reacciones alérgicas a las picaduras de abeja (enlace al post de las picaduras de abeja) padezcan de apifobia o melisofobia. Pero lo que no tiene explicación lógica es que el resto de la humanidad adopte una actitud temerosa en cuanto siente su zumbido.
Y más cuando, hay que recordar, que el veneno de abeja es un aliado contra algunas enfermedades como relatamos en el post dedicado a la apiterapia.
Los que han estudiado la apifobia y melisofobia, o sea el miedo a las abejas, coinciden en señalar que este temor va relacionado con el sonido que generan, o sea, con su zumbido. En cuanto empiezan a escucharlo se ponen en guardia y en su subconsciente lo vinculan de inmediato una picadura. Como si tuvieran una conexión causa efecto.
Algunos se imaginan que millones de abejas van a adueñarse de su cuerpo como si fueran alimañas hambrientas. Aunque parezca mentira, en este tipo de fobias ha hecho mucho daño el cine y esas películas de sobremesa donde las abejas se vuelven locas y comienzan a atacar a la población como si no hubiera mañana.
Hay otras personas que lo que tienen es terror a los insectos en general y su reacción al ver a las creadoras de la miel es la misma que si tienen cerca a una araña o a cualquier otro abejorro.
¿Es posible superar el miedo a las abejas?
Como todas las fobias y miedos que tiene el ser humano, la apifobia o melisofobia tiene “cura”. Obviamente de la noche a la mañana la persona que cambia su comportamiento cuando ve a una abeja no va a pasar a adorarlas.
Pero sí hay técnicas y mecanismos que pueden ayudar a superar ese miedo.
Gran parte de ese terror que provocan está relacionado con el desconocimiento que existe sobre estos insectos.
Conocer más profundamente la impagable labor que realizan en la naturaleza, ayuda a ver a las abejas como aliadas y no como enemigas.
En este sentido, artículos publicados en UNIVERSO MIEL como “Salvemos a las abejas” pueden ser una buena terapia para luchar contra estas fobias.
Después de conocer la importancia de las abejas y de la motivación que hace que piquen, una buena forma de vencer la apifobia es tener el valor de acercarse a una colmena en compañía de un apicultor. Con el correspondiente traje que llevan estos profesionales, la persona que padece este miedo puede comprobar de primera mano que las abejas no son insectos que se dedican a amargar la existencia a los humanos, más bien todo lo contrario.
Quién sabe si el sujeto que sufre apifobia después de aprender sobre ellas, su labor y motivaciones, puede acabar adorando a estos insectos e, incluso, relajándose con su zumbido.
Al fin y al cabo todo depende del cristal con que se mire y hay que tener claro que cualquier miedo se puede superar porque reside en la mente.
Comparte y comenta este artículo para que más personas conozcan los maravillosos beneficios de la miel y el fantástico mundo de las abejas!!! 😉
3 respuestas
Buenas he leido el articulo sibre el miedo a las abejas y me gustaria saber si actuar como dice ahi con una niña de 8 años, nos informan de la escuela que ahora en la hora del patio no sale y esta en secretaria porque hay alguna abeja o avispa , cuando ve alguna su reacción es de auténtico miedo y no entra en razón, ha llegado a ser moscas y ella sale corriendo. Gracias !! Es mas justamente tendran un paseo donde hay colmenas ,pirque estan estudiando insectos, y ella dice que no va, cuando le encantan las salidas. Gracias!!
Hola Shirley! pobrecita tu niña, lo pasará fatal!! puedes probarlo, nunca se sabe.
Ella probablemente no sepa nada de abejas, más que pican! por lo que si le explicas e intentas seguir las pautas que te damos en este artículo…quizás funcione!
mucha suerte!
Veo que le contestaste a Shirley "Bastante tarde", pero igual, las recomendaciones son buenas y voy a aplicarlas en mi hija de 9 años que está pasando por apifobia,
Gracias!